Los coches sin conductor se diseñarán como el salón de tu vivienda

El filósofo canadiense Marshall McLuhan dijo una vez que “moldeamos nuestras herramientas y luego ellas nos moldean a nosotros”. Los profesionales dedicados al sector de los coches inteligentes todavía se hallan sumidos en esa primera fase mencionada por McLuhan: cada vez salen a la luz más diseños de lo que podrían ser los vehículos autónomos del futuro, adaptados a unas actividades distintas a las que realizamos en los actuales coches con conductor.

Expertos del Centro de Investigación en Diseño de la Universidad de Stanford, en colaboración con la empresa de automoción Faurecia, han indagado en la cuestión para sacar algunas conclusiones sobre estos futuros entornos. Han analizado las estrategias que podrían ser utilizadas para que los pasajeros de los vehículos se sientan cómodos con las nuevas tecnologías que incorporarán los espacios sin olvidar, eso sí, que deben incluir también sistemas para notificarles cuando el coche requiera la intervención humana.

Según señalan los investigadores, “leer, trabajar, socializar y comer son solo algunas de las actividades que potencialmente podrán ser realizadas en los vehículos”. Estos hábitos crean, al mismo tiempo, la necesidad de desarrollar “interiores más flexibles, manteniendo la seguridad”.

No sabemos si los diseñadores del ‘think thank’ automovilístico Rinspeed han tomado nota de estas conclusiones, pero lo cierto es que el concepto de coche autónomo que han ideado cumple con los preceptos establecidos por los investigadores estadounidenses. Lo han bautizado Oasis y planean presentarlo en la próxima edición del Consumer Electronic Show (CES) celebrada anualmente en Las Vegas durante el mes de enero.

Ringspeed ha tenido la comodidad tan presente, que el interior del vehículo eléctrico pensado por estos innovadores profesionales se parece más al salón de una casa que a los anodinos asientos de los coches actuales. El habitáculo simula el ambiente de esta estancia fundamental de las viviendas, apostando especialmente por el entretenimiento audiovisual, ya que nadie tiene que estar constantemente atento a la carretera.

Así, el moderno automóvil incorpora desde una simple televisión a un parabrisas convertido en pantalla. También incluye tecnología de realidad aumentada para que los pasajeros disfruten de una experiencia más inmersiva mientras se dirigen a su destino.

Sus creadores proponen instalar incluso una especie de cajón oculto en la parte trasera que puede calentarse o enfriarse según las necesidades de los pasajeros. Es decir, en su interior sería posible desde guardar bebidas a baja temperatura hasta calentar una pizza para cenar de camino a tu próxima cita. Y como no solo de tecnología vive el hombre, el coche que Rinspeed presentará en el próximo CES llevará incorporado incluso un pequeño espacio en el que cultivar plantas bajo el parabrisas.

La original idea del laboratorio de ideas suizo competirá en la exhibición del próximo año con los diseños de grandes nombres como la mismísima Mercedes, que también apuesta por crear un pequeño salón dentro de los modelos más futuristas de sus vehículos.

En el caso del lujoso F 015, la cabina dispone de cómodos asientos para cuatro personas que pueden girarse cuando está en modo autónomo para poder charlar viéndose las caras. Los pasajeros tienen nada más y nada menos que seis pantallas digitales táctiles que también pueden activarse por gestos.

Otro gigante de la industria automovilística, Ford, ha patentado su propia idea de coche semejante a una habitación. Como en el caso de Mercedes, los asientos pueden recolocarse hasta que los pasajeros se sitúen frente a frente. Además, incorpora una mesa plegable que se guarda discretamente en el hueco de la guantera.

Volvo tampoco quiere quedarse atrás en la carrera por diseñar el coche inteligente perfecto, aunque en su caso plantea el espacio más bien como un despacho o estudio que como un salón. Cuando no sujeta el volante, el conductor puede reclinarse, mover su asiento y trabajar sobre una mesa que se despliega desde la puerta. Como no podía ser de otra manera, incorpora también una pantalla de televisión en lugar de guantera.

Pero si cualquiera de los modelos anteriores ya implica un cambio en el modelo de transporte urbano (podremos relajarnos, ver la tele o trabajar en los atascos), la idea del ingeniero canadiense Charles Bombardier y el diseñador indio Ashish Thulkar planta una auténtica revolución. En lugar de concebir un vehículo autónomo al uso, nos presentan uno que puedes aparcar al lado de la pared de tu casa y funcionar como un ascensor e incluso como una habitación extra para tu vivienda.

El concepto de Bombardier, responsable del blog Imaginative.org, se basa en el famoso cubículo que utiliza Willy Wonka en el libro ‘Charlie y el gran ascensor de cristal’, una secuela de la famosa aventura del niño en la fábrica de chocolate ideada por el escritor británico Roald Dahl. El espacio podía moverse en todas direcciones, así como deslizarse arriba y abajo por las paredes de los edificios.

Tridika (así ha bautizado Bombardier a su particular vehículo) se desplaza en horizontal gracias a la levitación magnética. Tiene forma cuadrada para optimizar el espacio y el mobiliario de su interior puede recolocarse para configurar un salón, un despacho u otro tipo de estancia necesitada por el dueño del singular automóvil-ascensor. Porque, una vez subida una rampa y estacionado junto a la pared, se conecta a un sistema mecánico de elevación que lo coloca a la altura del apartamento. Una puerta corredera permite entrar en la nueva habitación de la casa.

Lo cierto es que, de momento, todas estas propuestas son solo ideas y prototipos. Sin embargo, cada vez estamos más cerca de que los coches autónomos se conviertan en una realidad cotidiana, así que tendremos que elegir, además del modelo más rápido y seguro, el más confortable. Y todo apunta a que se parecerá bastante a una habitación de nuestro hogar.